martes, 12 de marzo de 2024

LA TRAGEDIA GRIEGA



Hemos hablado de cómo y cuándo se celebraban las representaciones teatrales pero no de su contenido. Dentro del género teatral o dramático, había en la antigua Grecia dos subgéneros: la tragedia y la comedia.
La tragedia tenía, por lo general, tema mitológico. Sus protagonistas son héroes del ciclo troyano (Agamenón, Áyax, Orestes...), tebano (Edipo, Antígona...), etc. y el argumento se basa en su caída desde la gloria. La “moraleja” que se desprende de la tragedia es la indefensión del hombre, su falta de recursos, que es un mero juguete en manos de los dioses o del Destino. Al contemplar la caída del héroe o heroína, el público experimentaba una oleada de simpatía y lástima y se purificaba, se purgaba de pasiones que no “convenían” a la vida de la πόλις. Este efecto de la tragedia en los espectadores recibe el nombre de catarsis. Se puede decir que el teatro era una forma organizada de introducir el desorden, lo irracional, en la vida de la ciudad.
Los grandes autores trágicos griegos vivieron en Atenas durante el s. V a. C.: Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Esquilo es el primer dramaturgo griego del que conservamos una tragedia completa. Participó en la batalla de Maratón y probablemente también en la de Salamina (esta última es el tema de su tragedia Los Persas). Su obra más destacada es la trilogía la Orestía, que incluye sus tragedias Agamenón, Coéforos y Euménides.
Murió en Sicilia de un modo más que singular, tal y como se relata en el que debe ser uno de los peores capítulos en la larga historia de CSI, Las Vegas. Aquí os lo dejo para que os echéis las manos a la cabeza...


Sófocles fue probablemente el mejor de los trágicos griegos. Sus tragedias Edipo Rey y Antígona son modélicas y universales. Aún siguen emocionando a espectadores y lectores. De ellas hablaremos en las próximas sesiones.
EURÍPIDES es el más prolífico de los tragediógrafos. Sus personajes son más realistas, menos idealizados que los de Sófocles. Es el autor de tragedias magníficas como Medea y Bacantes.
En todas estas historias hay lugar para el incesto, el infanticidio, el parricidio y los más terroríficos y morbosos crímenes que podáis imaginar. Los asesinatos, eso sí, sucedían siempre fuera de escena y eran relatados por un heraldo, pues se entendía que representarlos ante el público atentaba contra el buen gusto. De ahí el origen del adjetivo “obsceno”. Determinadas acciones no deberían enseñarse al público, representarse delante de la escena (ob-scaena).

lunes, 11 de marzo de 2024

EL TEATRO GRIEGO (I)


En el siglo V a. C. una coalición de πόλεις griegas se enfrentó a la amenaza de los persas y los derrotó definitivamente en la gran victoria naval de Salamina. Pues bien, a raíz de esta gran victoria, la ciudad de Atenas ganó orgullo y confianza y se convirtió en punto de referencia en Grecia tanto desde un punto de vista político como cultural. Es en el siglo V a. C. cuando florece la democracia ateniense de la que tanto se ha hablado, un régimen caracterizado por la participación directa de sus ciudadanos -eso sí, las mujeres y los esclavos estaban excluidos de esta categoría-. Y es en el siglo V a. C. cuando se componen en Atenas gran parte de las obras literarias más destacadas y modélicas: los diálogos filosóficos de Platón, la obra histórica de Tucídides y, por supuesto, las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Pues bien, los espectáculos teatrales cumplieron también una función política en Atenas, aunque de manera distinta a la de los juegos en Roma. Lo estudiaremos durante los próximos días pero empecemos por el principio.
¿Qué es el teatro? El teatro es un género literario (una de las categorías o tipos en que se pueden clasificar las obras literarias por su contenido y forma) narrativo (es decir, que cuenta una historia), dialogado y, en la época en que nos interesa, en verso. El término ‘teatro’ procede del griego θέατρον, que se relaciona con el verbo θεάομαι, ‘contemplar’. El teatro era y es, en efecto, un espectáculo visual. Así como una novela o un poema se escriben para ser leídos, el teatro se escribe para ser representado por actores, con escenografía (es decir, decorados), música, etc.
‘Teatro’ es también el lugar donde se realizan las representaciones. En la antigua Grecia se construían aprovechando una pendiente, en la que se instalaban las gradas. Al pie de la grada había una parte circular, la orchestra, en la que se situaba el coro -ya veremos lo que era y su función-. Tras la orchestra estaba la escena, un edificio que servía para apoyar los decorados. Delante de la escena estaba el proscenio, donde se encontraban los actores.

Teatro de Epidauro
Los actores (ὑποκρυτής) eran solo tres y llevaban el rostro cubierto con máscaras para poder representar diferentes papeles. Eran siempre hombres, ya representaran papeles masculinos o femeninos. En las representaciones participaba también un coro (de 12 a 15 hombres), cuyas intervenciones eran cantadas. Representaba a un colectivo con mayor o menor importancia en la historia representada. En la tragedia Áyax, por ejemplo, que leeremos y veremos representada en marzo, el coro está formado por marineros salaminos.
Las representaciones, patrocinadas por ciudadanos, eran todo un acontecimiento en la vida de la ciudad y se hacían coincidir con grandes festividades religiosas en honor de Dionisos. Las obras representadas eran tragedias y comedias y se concedían premios al mejor dramaturgo, protagonista y corego.

jueves, 15 de septiembre de 2022

¡HASTA INDY SE EQUIVOCA DE VEZ EN CUANDO!


El Indiana Jones de Steven Spielberg se convirtió en los ’80 en todo un icono y en imagen para el mundo de los arqueólogos, aunque la mayor parte de las veces ejerza más de aventurero cazatesoros. Cuando uno se dedica a jugarse el tipo buscando el arca perdida o el santo grial se hace más que necesario saber latín. Véamoslo.

Al comienzo de La última cruzada, Indy es asaltado en el campus universitario en el que da clase y llevado ante un personaje de intenciones poco claras que lo invita a participar en la aventura de su vida: la búsqueda del Santo Grial, ya sabéis, el cáliz que el propio Jesucristo utilizó en la última cena y en el que, según se cuenta, José de Arimatea recogió su sangre después de la crucifixión. Como reclamo, le muestran a nuestro héroe una lápida en latín y el caso es que el bueno del Doctor Jones improvisa una traducción más que ajustada, según parece, pero comete, al describir la lápida, un error de principiante. 
 
Vuestra tarea es enmendarle la plana e identificar dicho error, así que sacad el boli rojo, fruncid el ceño y corregid, corregid.



miércoles, 4 de mayo de 2022

EL PADRE FEIJOO Y LAS LENGUAS CLÁSICAS

 Salvete omnes!

Se cumplen este año sesenta años de la inauguración del IES Padre Feijoo y, al margen de alguna otra actividad que tendrá lugar en junio, nos pareció que una buena forma de celebrarlo era acercarnos desde todos los departamentos a la figura epónima.

- ¿Recuerdas qué era un epónimo?

Benito Jerónimo Feijoo, el Padre Feijoo, vivió entre 1676 y 1764. Era de origen gallego y se formó en Orense, aunque pronto se trasladó al monasterio de San Vicente de Oviedo, donde llegó a ser abad y permaneció hasta el final de sus días. Fue licenciado y doctor en Teología por la Universidad de Oviedo, donde ocupó una cátedra durante algunos años. Por motivos de salud se retiró de la vida pública en 1739 y desde entonces se dedicó a su tarea como escritor hasta su fallecimiento.

El Padre Feijoo es uno de los autores más representativos de la Ilustración, contribuyó al desarrollo del ensayo como género literario en castellano y difundió a través de su obra las nuevas ideas filosóficas, críticas y científicas.

Entre sus obras destacan Teatro crítico universal, una recopilación de discursos en los que se analizan de modo crítico y con intención didáctica diversas materias, y Cartas eruditas y curiosas, con un propósito similar al Teatro. Ambas obras se ocupan de Astronomía, Geografía, Filosofía, Literatura, Derecho, Música, Matemáticas, Arte, Medicina… En estas obras el autor pretendía ofrecer información y nuevas ideas de todo lo que podía ser objeto de curiosidad y cultura y, al mismo tiempo, combatir errores derivados de la superstición. Además, Feijoo pretendía educar a sus lectores partiendo de la duda, el espíritu crítico y la imparcialidad y cuestionó el argumento de autoridad.

- Averigua qué es el argumento de autoridad y da un ejemplo.

Si recordáis las cada vez más lejanas clases de septiembre, veíamos entonces cómo aunque el latín dejó de hablarse de manera natural, como lengua materna, en algún momento entre el siglo V y IX, pervivió como lengua de cultura y de enseñanza casi hasta el mismo siglo XIX y el griego se halla en la base de buena parte de la terminología científica. Pues bien, el Padre Feijoo, si bien valoraba las lenguas clásicas, defendió, ante todo, la validez de las lenguas modernas. Consideraba que estas últimas eran muy útiles, pues en ellas podían leerse también las literaturas antiguas, ya traducidas.

Del griego dice, por ejemplo, en sus Cartas Eruditas (V, 23, ¶ V, 26):

“La razón es porque la aplicación a la lengua griega ocupa el tiempo que se pudiera emplear en otro estudio más útil y que adornase el alma de muchas importantes noticias literarias que no franquea la lengua griega. Fue este estudio un tiempo utilísimo, en cuanto nos produjo la traducción de las obras de algunos o de todos los buenos autores griegos. Ahora la Grecia no puede darnos cosa de provecho; porque lo bueno, que es lo antiguo, ha mucho tiempo que está dado.”

Sin duda, la defensa del Padre Feijoo de las lenguas modernas con respecto a las clásicas (latín y griego) se entiende por su afán didáctico y concepción pragmática de las lenguas, que han de servir, ante todo, para comunicarse. En unos tiempos en que latín y griego ya no eran tan accesibles y estaban fuera del alcance del lector común al que aspiraba Feijoo, eran más un obstáculo que un medio para el conocimiento.

miércoles, 16 de febrero de 2022

LA COMEDIA LATINA: PALLIATA



La comedia latina es un claro ejemplo de que en cuestión de Literatura los romanos no fueron muy originales. En efecto, Horacio, uno de los más grandes poetas latinos (s. I a. C.), escribió Graecia capta ferum victorem cepit, que estoy segura de que habréis traducido correctamente como “la Grecia conquistada conquistó al fiero vencedor”. Se refiere el poeta a que cuando los romanos iniciaron sus campañas de conquistas y se hicieron con la Magna Grecia, las colonias que Grecia tenía en la península Itálica, así como cuando Grecia pasó a ser una provincia más de la República Romana (146 a. C.), no se produjo el característico proceso por el que el vencedor le impone su cultura al vencido. Se produjo, al revés, un proceso de aculturación inversa, pues los romanos fueron capaces de apreciar la superioridad de la cultura griega y, como veremos el curso que viene, la Literatura Latina bebe siempre de modelos griegos.
Un caso muy característico de esta influencia es el de la comedia latina, cuyos principales representantes son Plauto (s. III-II a. C.) y Terencio (s. II a. C.). Ambos cultivaron un tipo de comedia que recibe el nombre de palliata, que toma su nombre del pallium, el manto que llevaban los actores y que, como todo lo demás en este tipo de representaciones, era de imitación griega.
Los nombres de los personajes eran griegos, las ambientaciones eran griegas, los personajes eran prototipos de la comedia de Menandro, etc. Pensad, si no, en Anfitrión de Plauto, cuya acción transcurre en Tebas.
Por lo que se refiere a la trama, ya habéis tenido la ocasión de leer y ver cómo es intrascendente, se basa en el equívoco y en el enredo, con el único objeto de hacer reír. El humor se logra, asimismo, a través de lo soez y lo procaz, lo escatológico, aunque, por lo general, en los montajes actuales de Plauto, el recurso principal para lograr comicidad suele ser el anacronismo, ese recurso por el que se atribuyen a una época categorías que corresponden a otra.